TOC

1.    ¿QUÉ ES EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO? 


El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de obsesiones, compulsiones o ambos:

Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes que no dejan de aparecer en nuestra mente, que se viven como no deseados y que en La mayor parte de los casos, generan ansiedad o un malestar importante.


La persona que las sufre intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, pero la mayor parte de las veces no lo consigue; por ello, tratan de neutralizarlos con algún otro pensamiento o acto: lo que se denomina compulsión.


Las compulsiones pueden ser comportamientos (p. ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar las cosas) o actos mentales repetitivos (p. ej., rezar, contar, repetir palabras en silencio, repasar mentalmente lo vivido) que la persona realiza como respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que ha de aplicar de manera rígida.


El objetivo de las compulsiones es prevenir o disminuir la ansiedad y el malestar, o evitar algún suceso o situación temida; sin embargo, dichas compulsiones, o no están conectados de una manera realista con los comportamientos que sí podrían prevenir dicha situación, o bien resultan claramente excesivas.


Como criterios también se establece que las obsesiones y/o compulsiones ocupen más de una hora diaria, causen malestar clínicamente significativo en la persona afectada o que le suponga un deterioro en alguna de sus áreas vitales: social, laboral, etc.


Podemos poner en duda la realidad o probabilidad de la obsesión, o creer que es cierto el pensamiento, impulso o imagen.

¿QUÉ TEMÁTICAS EXISTEN?


A continuación, nombramos las temáticas más comunes:


  •     Lavadores y limpiadores
  •     Verificadores
  •     Hipocondriacos
  •     Ordenadores
  •     Ritualizadores mentales
  •     Numerales
  •      Atormentados y obsesivos puros
  •     Perfeccionistas
  •     Dubitativos e indecisos (intolerancia a la incertidumbre)
  •     Obsesiones relacionadas con la sexualidad
  •     Trastorno obsesivo-compulsivo relacional 
  •     Obsesiones de contenido agresivo
  •     Obsesiones filosófico-religiosas

2.        ORIGEN DEL TRASTORNO 


Lo cierto es que no se sabe exactamente cuál es la causa concreta. Diversas investigaciones han puesto de manifiesto que pueden existir múltiples factores:


-    Genéticos: los estudios observacionales en gemelos, que muestran una gran concordancia para la enfermedad en hermanos gemelos monocigóticos (80-87 %, frente al 47-50 % en el caso de gemelos dicigóticos), apunta a la existencia de fuertes factores genéticos implicados en su desarrollo, aunque el modo de transmisión es todavía desconocido.


-    Neuroquímicos: alteraciones en la neuroquímica cerebral en el circuito órbito-fronto-estriatopálido-talámico.


-    Familiares: se cree que la educación recibida en la infancia juega un papel importante en su aparición, sobre todo si se trata de formas de educar demasiado rígidas, exigentes  y que no refuerzan la autoestima.También se ha relacionado con progenitores que ven peligros por todas partes, advirtiendo de ellos a sus hijos, sobreprotegiéndoles y prohibiéndoles situaciones que no implican demasiados riesgos, así como decidiendo por ellos en cosas poco importantes.


-    Situaciones de estrés vividas: percepciones y/o sensaciones de amenza, incontrolabilidad, incertidumbre, etc. 

DATOS DE INTERÉS 



La prevalecía del trastorno según la OMS se sitúa entre el 2 y el 3%.


La OMS la califica como una de las 20 enfermedades más incapacitantes.


Hombres y mujeres se ven afectados por igual.


La edad media de inicio está entre los 22 y 35 años.


Existe la posibilidad de un tratamiento farmacológico con antidepresivos.


 CÓMO TRATAMOS EL TOC EN TERAPIA VIVA 


En Terapia Viva sabemos que esta sintomatología genera mucho sufrimiento y angustia; y además, puede llegar a ser especialmente incapacitante en el ámbito de las relaciones sociales por diversos motivos: los rituales compulsivos pueden llevar demasiado tiempo dificultando el desarrollo de interacciones; y porque podemos llegar a evitar salir de casa, acudir a según qué sitios o dejar de hacer ciertos planes.


Además, es característico que la persona que sufre un TOC sea reacia a revelar a los demás sus síntomas. A veces, las obsesiones y compulsiones se desarrollan de forma gradual o están en nuestras vidas desde mucho tiempo atrás, y nos acostumbramos a vivir con ello. Nos resignamos. En otras ocasiones, podemos sentir vergüenza de las cosas que pensamos o hacemos para aliviar nuestro sufrimiento y por eso nos mantenemos en silencio. Incluso, otro motivo de no compartir esta dolencia, puede ser que al hablar sobre ello, creamos que es más probable que los sucesos ocurran. Por todo esto, resulta frecuente que la persona acuda en busca de ayuda muchos años después de la aparición del problema.

Por lo tanto, las consecuencias más importantes serían, aislamiento social, problemas laborales, depresión, ansiedad y en algunas ocasiones, puede cursar junto con esquizofrenia.


Abordamos la problemática desde los diferentes niveles de intervención en la persona en función de lo que mejor se adapte al paciente y le funcione:


A nivel conductual: Adaptamos la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR). Tratamiento que ha demostrado su eficacia. Para ello, establecemos diferentes niveles de exposición en imaginación y en vivo, para que la persona pueda ir asumiendo retos; entrenándola previamente en relajación, mindfulness e imaginación guiada personalizada sobre un lugar seguro.


A nivel cognitivo: Trabajamos con los pensamientos del paciente, las distorsiones cognitivas como la Intolerancia a la incertidumbre, la sobreestimación de la amenaza, el perfeccionismo y la exigencia, la responsabilidad excesiva, la rigidez de ideas, la fusión pensamiento-acción y qué pasaría si lo peor llegara a ocurrir.

La psicoeducación y entender cómo funciona nuestro cerebro es fundamental en este nivel. Nos permite desarrollar estrategias como tiempo basura y cultivar otras maneras de pensar y de relacionarnos con nosotros mismos desde la compasión, el amor y la gratitud.


A nivel emocional: Nos basamos en el modelo que propone Damián Ruiz en su libro: Liberar al mono y rescatar a la princesa. Donde “liberar al mono” se refiere a gestionar la energía y las emociones que han quedado atrapadas y reprimidas, sintiéndolas en el cuerpo y dejando de racionalizarlas a través de las obsesiones; y “rescatar a la princesa” hace referencia a la importancia de descubrir nuestra pasión, nuestro propósito vital y trabajar en ello a lo largo del proceso terapéutico; y practicar los sentimientos de compasión, amor y gratitud.

 

- Como psicoterapeutas humanistas profundizamos en la historia de vida de la persona y su familia, para que pueda comprender y conocer de dónde viene quien es hoy, por qué desarrolló este mecanismo, este síntoma; y cómo fue la relación de apego con sus padres y su educación; pudiendo romper el patrón familiar y potenciar las fortalezas heredadas.


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