Psicoterapia de Pareja

  1. ¿Qué es la terapia de pareja?


La terapia de pareja es un tipo de psicoterapia mediante la cual se ayuda a las parejas a resolver sus conflictos o dificultades, con el fin ultimo de que la relación sea más satisfactoria para ambas partes. Para ello, se elaborará un claro mapa de objetivos y se utilizan una serie de intervenciones y herramientas terapéuticas específicas para alcanzarlos.

  a. ¿Para quién es?


La terapia de pareja es beneficiosa para cualquier tipo de relación de pareja: casados, pareja sin hijos, pareja con hijos, relaciones de pareja abiertas, relaciones de pareja tradicionales, heterosexuales, homosexuales, jóvenes, mayores, … Cada pareja es diferente y única, y se enfrenta a problemáticas específicas y diferentes. Por ejemplo, una pareja que lleva saliendo dos años, puede tener conflictos con relación al hecho de irse a vivir juntos o no. Mientras que uno lo desearía para el otro es pronto. O el caso de otra pareja, que después de su primer hijo han perdido el buen clima en el hogar y solo encuentran en el otro crítica y falta de apoyo. 


La terapia de pareja puede ayudar a resolver problemas del momento actual como los ejemplos citados previamente, igual que podría proporcionar un espacio para tratar aspectos dolorosos del pasado que han quedado sin subsanar. Por ejemplo, un matrimonio que hace 3 años sufrió un momento de crisis en el que una de las partes fue infiel a la otra. Quizás hace 3 años, la pareja se centro en salir adelante, pero ahora necesitan tratar qué les llevó a aquel punto, hablar sobre la distancia emocional que tenían o perdonar el dolor que aún hoy sienten.

b.   Las áreas comunes de preocupación tratadas en la terapia de pareja suelen ser las siguientes  


  • Problemas de comunicación. Hay personas a las que les da miedo comunicarse por si lo que van a decir va a generar un conflicto, otras que sienten que por mucho que lo digan la otra parte no escucha, u otras, que, aunque hablen y se comuniquen parece que hablan en idiomas diferentes y no logran entenderse. Las diferentes dificultades en este nivel pueden crear malestar y distancia entre ambos.


  • infidelidad. Las infidelidades se pueden cometer por diferentes motivos. La falta de comunicación con la pareja, la crisis personal de uno de los miembros de la pareja, no sentir deseo por la pareja, entre otros muchos motivos. Después de una deslealtad, podría ser difícil recuperar la confianza y el buen ambiente en el hogar. Para ello, suele ser conveniente ayuda externa que guie en dicho proceso.


  • Distancia física y emocional. Hay parejas con una gran vida personal, pero pobre vida en pareja. Las actividades individuales podrían, en el extremo, ser motivo de distancia ya que no se compartiría suficiente tiempo juntos en el que hacer planes, hablar sobre preocupaciones o celebrar triunfos.


  • Los problemas del día a día. Cosas pequeñas sin importancia a veces acaban convirtiéndose en una bomba que explota de manera desproporcionada. Simples diferencias que no deberían ser más que eso van creciendo en un efecto de bola de nieve que desespera a ambos miembros. Por eso debemos saber qué y como tratar las cosas según su importancia.


  •  La irritabilidad de uno de los miembros de la relación. En ocasiones, motivados por situaciones o problemas externos vemos como uno de los miembros del matrimonio adquiere una actitud irritada continua difícil de llevar. Las malas formas, las bromas desagradables o los trapos sucios podrían desestabilizar la relación. 


  • El dinero. Puede ocurrir que uno de los miembros de la pareja piense que es una buena idea comprar un piso mientras que el otro prefiera vivir de alquiler. O que uno quisiera invertir en bolsa lo ahorros familiares y el otro no. En los casos más graves, uno de los miembros podría haber utilizado el dinero destinado a la familia para uso propio, siendo un acto de deslealtad hacia la pareja y motivo de desconfianza en el futuro.


  • Crianza de los hijos. La llegada de los hijos, a veces, suele ser motivo de distancia en la pareja. Además, a nivel de educación también podría haber diferencias, que de no ser resueltas, podrían desembocar en la sensación de que solo nos vemos unidos porque tenemos hijos a nuestro cargo.


  • El sexo. Las relaciones íntimas tienen mucho que ver con la intimidad emocional. Es decir, la capacidad que tiene la pareja para hablar acerca de sus deseos, necesidades, gustos. Esta conexión muy importante a la hora de sentirse satisfechos y seguros en la relación.


  • Familias políticas. Todos conocemos los dichos populares sobre la suegra, el cuñado, y en algunos casos hasta son verdad. Casos en los que la familia política no conoce los límites de sus competencias y se entromete en asuntos de la pareja, o la lealtad por parte de un miembro de la pareja con su propia familia en contra de la pareja podrían ser cuestiones que hagan tambalear los cimientos de la pareja.

 

  • Problemas de salud crónicos. No es fácil lidiar con una enfermedad crónica ya que aparecen miedos, rabia y frustración que deben ser canalizadas. Para la pareja podría ser todo un reto estar en calma y ayudar a la pareja en dicho proceso.


  • Infertilidad. La búsqueda de ser padres puede ser un proceso ilusionante, pero cuando se lleva un tiempo y no llegan los frutos deseados, puede llevar a la pareja a una noria de emociones. Las dudas de si este mes será positiva o no la prueba de embarazo, si el embarazo en curso saldrá bien o no, la preocupación de si existe alguna enfermedad que se desconozca en alguno de los miembros… podría hacer que la pareja se sintiera emocionalmente agotada.


  • Dependencias y drogodependencia. Las dependencias son un riesgo para la salud de la persona que consume, pero también para las personas que tiene alrededor porque sus cambios de humor, su irritabilidad, sus actos de irresponsabilidad, podrían poner en riesgo también a la pareja. Que muchas veces actúa como una madre o un padre, tratando de ayudar en la cura de su pareja.     

  2. Proceso de terapia de pareja

 

  a. Tratamiento de enfoque humanista integrativo


Hoy en día existen varios enfoques dentro de la terapia de pareja. En Terapia Viva tenemos una mirada integradora de las diferentes terapias:


Enfoques Sistémicos


–        Terapia de Pareja Breve Estratégica. Paul Watzlawick y Giorgio Nardone

–        Terapia de Pareja Estructural. Salvador Minuchin


 Enfoques Psicodinámicos


–        Relaciones Objetales. Melanie Klein

–        Terapia de Pareja Transgeneracional. Murra y Bowen y Boszormenyi -Nagy


Enfoques Conductuales


–        Terapia de Pareja Cognitivo - Conductual


 Enfoques Humanistas


–        Terapia de Pareja enfocada en las Emociones. Sue Johnson y Les Greenberg

–        Método Gottman .John Gottman


Enfoques Constructivistas


–        Terapia de Pareja Narrativa. White, Freedman, Combs

–        Terapia de Pareja Centrada en la Solución. De shazer

 

  b. Etapas y procedimiento del tratamiento

 

La terapia de pareja suele tener alrededor de 20 sesiones


  1. La primera fase la iniciamos con una sesión conjunta donde la pareja expone su problemática. En esta primera sesión, se exponen aquellas dificultades recurrentes, conflictos, sentimientos que la pareja quiere superar o cambiar. Lo que nos guiará hacia una primera aproximación de los objetivos terapéuticos. Después, se tendrá una sesión individual con cada miembro de la pareja, donde contarán su visión personal del conflicto, su historia personal y sus objetivos individuales dentro de la terapia de pareja. Para finalizar esta primera fase, se hace una sesión conjunta en la que el psicólogo hace una devolución acerca de los conflictos a resolver, y consensuará con la pareja una hoja de ruta de los objetivos a alcanzar.

  2. En la segunda fase se tratan los conflictos que se han planteado en la primera. Se tratan de uno en uno, desde los problemas más urgentes a los que lo son menos, para que la pareja note un alivio de su malestar lo antes posible. Durante esta fase, el terapeuta ayudará a la pareja a comprender mejor la dinámica relacional que mantiene el problema, mientras ayuda a ambos a entender cada uno de sus roles en las interacciones disfuncionales. Esto les ayudará a cambiar la forma en que se perciben entre sí y a la relación. Para ello analizamos y tratamos entre otros aspectos:

 

  • Los patrones y dinámicas de conducta problemáticos. ¿Conoces qué dinámicas os conducen al malestar en el hogar?,¿Sabrías qué hacer para que las discusiones no vayan a más?
  • Sentimientos de rabia, tristeza, dolor vinculados a alguna experiencia de la pareja. ¿Tienes presente alguna experiencia en la que tu pareja te hizo sentir más y no la has compartido?, ¿Conoces si a tu pareja le pasa contigo?
  • La comunicación asertiva. ¿Os comentáis las cosas de manera clara y respetuosa?
  • La escucha empática. ¿Os escucháis frecuentemente?, ¿Te sientes cómodo hablando con él o ella?
  • Tareas domésticas. ¿Compartís responsabilidades y tareas del hogar?, ¿Estáis satisfechos con el actual reparto de tareas domésticas?
  • Fortalecer la conexión ¿Os besáis?, ¿Os perdonáis en los fallos?, ¿Te apetece estar con él o ella?
  • Educación de los hijos. ¿Soléis estar de acuerdo con las pautas educativas?
  • Tiempo de calidad y disfrute. ¿Disfrutáis planeando salidas, vacaciones?, ¿Estáis ambos de acuerdo y satisfechos con el tiempo que pasáis juntos?
  • El aumento de la intimidad. ¿Conoces si tu pareja se siente bien en este momento con respecto a su vida en general?, ¿Sabes si se siente satisfecha?
  • Implicarse en la negociación. ¿Soléis llegar a acuerdos incluso cuando los deseos de ambos no coinciden?, ¿Tienes la sensación de ceder siempre?
  • La sexualidad. ¿Te satisface tu vida sexual?, ¿Tienes ganas de mantener relaciones sexuales?, ¿Te gusta cómo se desarrolla ese momento intimo?
  • Las relaciones con amigos. ¿Tenéis amigos con los que hacer planes?, ¿Prefieres pasar tiempo a solas sin nadie más?
  • La familia extensa. ¿Estás satisfecho con la relación que mantienes con la familia de tu pareja?, ¿Te sientes aceptado por su familia?
  • Economía familiar. ¿Estás de acuerdo con la organización de la casa?, ¿Te sientes libre para decidir cómo gastar un determinado dinero?

 

En esta fase, el terapeuta asignará tareas para aplicarlas entre sesiones y fomentar así, nuevas conductas y hábitos beneficiosos para la pareja.

3. En la medida en la que se va avanzando en el tratamiento y se van alcanzando los objetivos previamente acordados, vamos iniciando la tercera fase. En la que buscamos la consolidación de los cambios adquiridos, además de objetivos más amplios como son la aceptación del otro, un ocio más enriquecedor, más muestras de apoyo y afecto, mayor cooperación mutua, etc. Logrando, una relación más saludable, respetuosa y amable.


Podríamos concluir, que la mayoría de las parejas finalizan la terapia de pareja habiendo adquirido una visión de los patrones relacionales, una mayor expresión emocional y desarrollado las habilidades necesarias para comunicarse y resolver problemas con sus parejas de manera más efectiva.




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