Terapia Sistémica

1.     La terapia sistémica


La terapia sistémica es un enfoque terapéutico que se aplica en el tratamiento de trastornos derivados de interacciones y patrones comunicacionales disfuncionales. Por ello, el tratamiento se centra en la dinámica de los procesos comunicacionales, en las interacciones entre los miembros del sistema y los subsistemas que lo componen.

Sus métodos y técnicas pueden ser aplicados a nivel individual, de pareja, familia y organizaciones, ya que comprende al individuo siempre dentro de un sistema en interacción mutua.


Desde esta perspectiva, la persona que tiene el problema psicológico se redefine como la “persona portadora del síntoma” cuyo origen estaría en dinámicas disfuncionales dentro de uno o varios sistemas en los que esté la persona. Es decir, se traslada la acción terapéutica del mundo intrapsíquico al ámbito interpersonal.


“Este sector de la realidad circunstante forma la otra mitad de mi persona: sólo a través de él puedo integrarme y ser plenamente yo mismo” (Minuchin, 2009)


a.     Tratamiento


El tratamiento pasa por una serie de etapas orientadas a la resolución de la problemática y los objetivos del paciente. La frecuencia de las sesiones suele ser de dos a seis semanas, mientras que el número total de sesiones es un promedio de entre 10 y 14 sesiones. El tiempo de atención específico para cada caso dependerá de los avances obtenidos a lo largo del proceso psicoterapéutico.


Las principales etapas son las siguientes:

 

·    Trabajar en la alianza terapéutica


·    Modificar el patrón rígido de interacción con uno mismo, los demás y la realidad.


·    Demostrar a través de la práctica el posible cambio efectivo.


·    Promover una reestructuración cognitiva de su percepción de sí mismo, de los demás

     y del mundo.


·    Realizar un refuerzo de la propia capacidad de cambio del paciente.


·    Fomentar que el paciente experimente situaciones de cambio gradual con

     respecto al problema.


·    Consolidar la autonomía personal y los resultados positivos.


b.      Principales técnicas


Las principales 9 técnicas de terapia sistémica requieren de profundos conocimientos de la psique humana, del manejo de los grupos y de los estilos comunicativos. Resultarán eficaces siempre y cuando se realicen en un contexto terapéutico y sean promovidas por un profesional de la salud mental especializado en este ámbito.

  • Redefinición positiva del síntoma. Se intenta proporcionar una lectura relacional más completa y distinta a la que trae el paciente.


  • Connotación positiva del síntoma. Consiste en atribuir un significado positivo a la conducta problema o síntoma, dentro del contexto      relacional donde adquiere su funcionalidad.


  • Preguntas milagro y excepciones. Se le pregunta al paciente o a la familia cómo sería el día si ocurriese un milagro y su problema se solucionase de golpe. Lo cual nos habla acerca de elemento importantes a introducir dentro del sistema. Y en las excepciones,         preguntamos acerca de aquellas situaciones en las que las cosas se hicieron de modo distinto y salió bien. De este modo, les ayudamos a volcar su atención hacia lo positivo y nos da pie a introducir variaciones para fomentarlo.


  • Preguntas escala. Se pide a la familia que valoren, del 1 al 10, en qué punto está su problema. Desde aquí se puede indagar qué haría falta para subir un punto en la escala o, si la puntuación es baja, qué han hecho para conseguir que no baje más.


  • Preguntas circulares. Le preguntamos de manera circular a otro miembro de la familia por lo que hace, siente, etc., el miembro del    que queremos saber algo, y así fomentar mayor toma de consciencia acerca del porqué y para qué de las interacciones.


  • La ilusión de alternativas. Se debe construir la apariencia de dos opciones para devolverle el “poder” al paciente o familiar tomando  una decisión.


  • Ordalía. Se trata de vincular la aparición de un determinado síntoma a la realización de alguna otra actividad que resulta molesta para el paciente pero que, al mismo tiempo, tenga un beneficio para él.


  • Tarea paradójica. Se prescribe a la familia que sigan haciendo exactamente lo mismo que hasta ahora, con la intención de que esto   genere una mayor consciencia de las interacciones y acciones de cada uno, y finalmente produzca un cambio. Se la llama   paradójica  porque si la cumplen están cumpliendo con la tarea del terapeuta y, si no la cumplen, están cambiando y por lo tanto se   consigue el cambio.
  • Técnica de la confusión. El terapeuta admite abiertamente su confusión ante la confusión de los pacientes para que busque alternativas  a su explicación y otras explicaciones a su conducta.


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