Modelo Transteótico de Prochaska y Diclemente

  1. ¿En qué consiste el Modelo transteórico de cambio de Prochaska y DiClemente?


El modelo de Prochaska y DiClemente (1984), basado en los estadios de cambio fue inicialmente utilizado para predecir el abandono del tabaquismo en fumadores. Sin embargo, en los últimos años, el modelo ha ido adquiriendo consistencia y ha sido aplicado en un amplio espectro de cambios de conducta: disminución de prácticas de riesgo para la infección por el VIH, ejercicio físico, dieta saludable, adicciones.


En los procesos psicoterapéuticos, cuando hay objetivos que pasan por cambios tangible, es importante tener este modelo en cuenta, ya que ayuda a estar en sintonía con el momento por el que está pasando el cliente. Así, podemos realizar intervenciones más eficaces y no apresurar el proceso si la persona no está preparada para abordar los cambios necesario para alcanzar los objetivos terapéuticos.


Prochaska y DiClemente formularon la hipótesis de que los cambios de conducta siguen una serie de etapas más o menos estandarizadas, tanto en los cambios espontáneos como en aquellos que siguen a recomendaciones terapéuticas. Estos estadios corresponden a lo que denominaron: "las etapas del cambio".


2. Cinco estados del Módelo Transteórico


El Modelo Transteórico concibe el cambio de conducta como un proceso que pasa por una serie de cinco estados:


Precontemplación: es el estado en el cual la gente no tiene intención de cambiar. La gente puede estar en este estado porque está desinformada o poco informada sobre las consecuencias de su conducta, o porque ha intentado cambiarla varias veces y está desmoralizada porque no ha sido capaz. Las personas intentan evitar leer, hablar o pensar en su conducta de riesgo.


Contemplación: es el estado en el cual la gente tiene intención de cambiar en los próximos seis meses. Están suficientemente advertidos de los pros del cambio pero también tienen muy en cuenta los contras. Es una etapa de ambivalencia que puede hacer que la gente se mantenga en este estado durante largos periodos de tiempo. Por lo que esta fase también puede convertirse en procastinación.


Preparación: es el estado en el cual la gente tiene la intención de cambiar en el futuro próximo, generalmente medido como el próximo mes. Ellos ya han realizado alguna acción significante durante el pasado año como consultar a terapeuta, hablar con el médico, comprar un libro de autoayuda…intentos de reducir la conducta de riesgo…


Acción: es el estado en el cual la gente ya ha realizado modificaciones específicas en su estilo de vida en el curso de los seis meses pasados. Debido a que la acción es observable, el cambio de conducta ha sido, a menudo, equiparado con la acción.

 

Mantenimiento: es el estado en el cual la gente se esfuerza en prevenir las recaídas. Están menos tentados y tienen mucha más autoeficacia que la gente en el estado de acción. Se estima que este estado dura desde seis meses a cinco años.


Terminación: es un sexto estado que se aplica en algunas conductas, especialmente las adicciones. Este es un estado en el cual los individuos no tienen tentación y sí un cien por cien de autoeficacia. No importa si están deprimidos, ansiosos, aburridos, solos, enfadados o estresados, ellos están seguros de que no volverán a su antiguo hábito. Es lo mismo que si nunca hubieran adquirido el hábito.


En un estudio sobre antiguos fumadores y alcohólicos, encontramos que menos del 20% de cada grupo había alcanzado el criterio de ausencia de tentación y total autoeficacia.


  3. Procesos transversales vinculados al cambio


 Además, de identificar los estadios por los que pasan las personas para abordar los cambios, existen procesos transversales vinculados al cambio. Los procesos que se muestran a continuación caracterizan a las personas en etapas de cambio, y algunos funcionan mejor en una etapa determinada:


Aumento de conciencia: tiene que ver con los esfuerzos individuales en la búsqueda de información y su correspondiente entendimiento en relación con un determinado problema.


Reevaluación del ambiente: es una evaluación por parte del sujeto de la conducta a cambiar y su efecto sobre el comportamiento interpersonal y sobre las personas cercanas a él.


Alivio dramático: Experimentación y expresión emociones provocadas por la advertencia de los aspectos negativos asociados a la conducta modificar.


Autoevaluación: Valoración afectiva y cognitiva del impacto de la conducta a cambiar. Reconocimiento de los beneficios que cambio de conducta representa para su vida.


Liberación social: conciencia, disponibilidad y aceptación por el sujeto de alternativas.


Contracondicionamiento: es la sustitución de conductas alternativas a la conducta a cambiar.


Relaciones de ayuda: es la utilización de apoyo social para facilitar el cambio.


Administración de los refuerzos: cambia la estructura que le da sostén al problema.


Autoliberación: compromiso del individuo para cambiar la conducta, incluyendo la idea de que uno es dueño de su cambio.


Control del estímulo: es el control de situaciones y la evitación de las situaciones inician la conducta no deseada.


  4. Instrumentos de medida del proceso de cambio


Para facilitar la identificación de la etapa del proceso de cambio en el que está la persona se pueden explicar las etapas y realizar preguntas especificas. También existen test y escalas para evaluar el momento del proceso de cambio. En adicciones encontramos las siguientes escalas:


Escala de evaluación del cambio de la Universidad de Rhode Island (URICA).

Desarrollado en la Universidad de Rhode Island, es una prueba de autoinforme para clasificar a

los consumidores en función del estadio de cambio en que se encuentran según el modelo de Prochaska y DiClemente. Tiene 32 ítems, su aplicación es sencilla, 10-15 minutos

 

Cuestionario de Procesos de Cambio para Adictos a la Cocaína –PCQ

Desarrollado conforme a las directrices teóricas del modelo de Prochaska y DiClemente, evalúa los procesos de cambio que los adictos presentan en su proceso desintoxicación o deshabituación. Es un autoinforme de 30 ítems, 3 para cada una de las escalas de los diez

procesos de cambio: aumento concienciación, autogobierno, auto-evaluación, relaciones de ayuda, auto-liberación, relieve dramático, contra-condicionamiento, reevaluación ambiental, control de estímulos y liberación social.


En definitiva, identificar las fases del proceso de cambio no solo es una herramienta para los terapeutas dedicados a la relación de ayuda, si no que para las personas que desean abordar un cambio en su vida de manera efectiva, ser conscientes de la fase en la que se encuentran puede ser un factor determinante para alcanzar sus objetivos, sin apresurarse y no desistiendo si hay una recaída.



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