2.  TEORÍA DE LA PERSONALIDAD: LOS ESTADOS DEL YO     

Los estados del yo son sistemas coherentes formados por un conjunto de emociones y  pensamientos que se manifiestan a través de patrones de conducta afines. Los tres estados: padre, adulto y niño, componen la personalidad y el individuo podrá pasar de uno a otro dependiendo de la situación, ubicarse predominantemente en uno, etc.   

 A. Estado del Yo Padre     

Cuando nuestros pensamientos, sentimientos y conductas se asemejan a nuestros padres o figuras de referencia de nuestra infancia. Son ideas sobre cómo hay que hacer y no hacer las cosas. Contiene las normas, los “debes de y tienes que”, los juicios de valor, etc.   

El Estado del Yo Padre tiene las funciones de ser Crítico y Nutritivo. En terapia, trabajamos para desarrollar un Padre positivo que ponga límites con cariño, que anime y contenga a nuestro Niño interior.   

B.  Estado del Yo Niño     

Cuando pensamos, sentimos y actuamos como cuando éramos pequeños. Contiene la creatividad, las emociones básicas, el hedonismo, las experiencias vividas de pequeños.   

Puede ser un Niño Adaptado, Rebelde o Libre. Desde el Niño Natural surge la espontaneidad.   

C.  El Estado del Yo Adulto       

Cuando pensamos y actuamos desde la realidad actual, con objetividad, sin juicio, usando todos nuestros recursos adquiridos.   

En Terapia Viva trabajamos para que el paciente tome conciencia a través de la indagación de cuando está ubicado en cada uno de los estados y/o de cuando existe conflicto entre ellos. El objetivo es que predomine la armonía y la cooperación, así, el Yo Adulto puede decidir qué hacer, habiendo escuchado a los otros 2 Estados del Yo. Es decir, la meta es que el paciente pueda crear un Adulto Integrado con voz clara y suficientemente fuerte.   

4.  TEORÍA DEL GUIÓN DE VIDA     

Berne define el guión como un plan preconsciente de vida decidido tempranamente en la infancia, bajo la influencia de los padres (y de otras figuras del entorno), reforzado posteriormente por determinadas experiencias significativas y que conduce a un final previsto incluido en esas decisiones tempranas. El Análisis Transaccional postula que ya a los 4 años todos tenemos establecidos los puntos clave de lo que va a suceder en nuestra vida.   

Las posiciones Existenciales y los Mandatos configuran los Guiones de Vida:   

 A. Las Posiciones Existencias:     

Según Berne todos nacemos príncipes y princesas: es decir, sintiendo que somos ok y que le mundo también lo es (lo que refleja una sana autoestima). Pero puede que experiencias tempranas o mensajes de nuestras figuras de referencia, nos hagan situarnos en otras posiciones como: No soy ok y el mundo si (una posición de inferioridad o depresiva); Yo soy ok, pero el mundo no (una posición más narcisita); o Yo no soy ok y el mundo tampoco lo es (una posición de desesperanza).   

B.  Los mandatos:     

Son mensajes más emocionales y no verbales que verbales. Se envían y se reciben en momentos de estrés. Los Robert y Mary Goulding describieron 12:   

– “No seas” o “No existas”.   

– “No seas tú”, “No seas del sexo que eres”.   

– “No seas un niño”, “No disfrutes”.   

– “No crezcas”, “No seas sexual” o “No me abandones”.   

– “No pienses”, “No pienses como tú piensas, piensa esto otro o piensa como yo”.   

– “No lo hagas”, “No triunfes”.   

– “No”, “No decidas”.   

– “No seas importante”.   

– “No pertenezcas”.   

– “No te acerques”, “No confíes” o “No ames”.   

– “No sientas”, “No sientas lo que sientes, siente lo que yo siento”.   

– “No estés bien” o “No seas sano”.   

 C. Los Contramandatos:     

Son condicionantes que recibimos para ser aceptados. Taibi Kahler los agrupó en cinco impulsores:   

- “Complace”.   

- “Se perfecto”.   

- “Aguanta”.   

- “Esfuérzate”.   

- “Date prisa”.   

Las creencias tempranas que el niño aceptó van acompañadas de emociones que se repiten y refuerzan una y otra vez, cada vez que dichas creencias se ponen en marcha en situaciones actuales. Son emociones parásitas o rackets que no ayudan a resolver la situación actual y que sustituyen a las naturales o las esconden.   

En el proceso psicoterapia trabajamos para hacer consciente el guión de vida del paciente, los mandatos interiorizados que pueden estar limitándole y las emociones asociadas, para que pueda decidir libremente sobre su historia, y darse cuenta de qué creencias limitantes sobre sí mismo y qué juicios de sus figuras parentales está cumpliendo a “ rajatabla” sin saberlo. Enfatizamos los permisos que tiene la persona.   

También ayudamos en el desarrollo de una sana autoestima, interiorizando la posición existencial “Yo estoy bien y el mundo también”. Lo que significa que vivimos con la actitud de que pase lo que pase, nosotros somos capaces de afrontar lo que venga, de pedir a los demás lo que necesitamos y de que el mundo nos lo de. Una posición existencial autopotenciadora.    

 5. CONCLUSIÓN   

Con ayuda del AT el paciente puede conocer su historia y su guión de vida; y a través de esa toma de conciencia, puede trabajar una experiencia traumática, comprender por qué actúa, piensa y siente de cierta manera; salirse de los juegos psicológicos; aprender otras estrategias y finalmente, decidir libremente como quiere vivir su vida. 

Sea cual sea la problemática del paciente, el trabajo en sesión desde la perspectiva del AT a lo largo del tratamiento, es de gran ayuda para el éxito de la terapia, la resolución de los conflictos del paciente y el desarrollo del potencial de la persona.